La historia de las víctimas del alcohol es una historia de vergüenza, de corrupción, de crueldad y ruina.
Ha robado a la cara la gloria de su salud, y en lugar de la tez natural del rostro, lo ha dejado enrojecido e irritado con el alcohol.
Ha quitado la belleza y la hermosura al rostro y lo ha dejado disforme y abotagado. Ha robado a las piernas su fuerza, dejándolas vacilantes e inestables.
Ha quitado la firmeza y la elasticidad de los pies para hacerlos débiles y falsos.
Ha robado a la sangre su vitalidad y lo ha llenado de veneno, gérmenes de enfermedades y muerte.
Ha robado al rostro su virilidad y fortaleza y ha dejado en su lugar las señales de la sensualidad y de la brutalidad.
Ha corrompido la lengua con blasfemia, necedades e infamias.
Ha inclinado las manos al mal, haciéndolas instrumentos de brutalidad y asesinatos, en vez de serlo de utilidad y bien hacer.
Ha roto los vínculos de la amistad y ha sembrado los gérmenes de la enemistad.
Ha hecho del padre cariñoso y del cumplido esposo, un hombre tirano, áspero y homicidia.
Ha transformado a la madre cariñosa y a la esposa hogareña en una verdadera fiera infernal y en la encarnación de la brutalidad.
Ha robado a la mesa su abundancia, obligando al hombre a llorar de hambre y a pedir limosna en la vía pública.
Ha llenado de criminales los juzgados, penitenciarías, cárceles y casas de corrección.
Ha poblado las casas de asilo y manicomios con sus infortunadas víctimas.
Ha llenado nuestro mundo tan bello, de lágrimas, gemidos, lamentaciones y odios; y a muchos pobres desamparados, de miseria y desesperación.
Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia. Genésis 19:32
No estés con los bebedores de vino, Ni con los comedores de carne. Proverbios 23:20
!!Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende! Isaiás 5:11