A principios del año 2000, Roberto Melgar, vocalista y fundador del grupo Sebna, y su esposa Nancy Gerbera forman Azul y Gerbera. Consiguen hacerse un espacio en la música nacional en Guatemala. Con el apoyo de gente muy especial y Málin Villagrán como productor, el proyecto "Los Barcos" logra tanto éxito que las invitaciones no cabían en el año. El sencillo "Los Barcos" logra por 36 semanas consecutivas ubicarse en los primeros lugares en las radios cristianas.
Azul y Gerbera afectó a Sebna de una forma positiva, mientras unos murmuraban que la agrupación Sebna había desaparecido, la mayoría observaba un crecimiento en otras áreas de la música. "Sebna" y "Azul y Gerbera" se convirtieron en un equipo y una familia que alcanzaban a todo tipo de jóvenes, adultos y niños.
El estándar de calidad, excelencia y sonido alcanzado en "Los Barcos" necesitó de un alto presupuesto y esto vino a ser para Sebna un reto financiero, el disco fue grabado en Guatemala y mezclado en Nashville, Tennessee.
Los planes de Sebna y de Azul y Gerbera son de seguir adelante y de hacer música que hable de Jesús. Para Sebna hacer música no ha sido fácil, han tenido pruebas, errores, dudas, presiones y expectativas que cumplir. Pero también ha sido un viaje donde Sebna ha visto la maravillosa gracia de Dios y su amor que nunca falla.
Azul y Gerbera afectó a Sebna de una forma positiva, mientras unos murmuraban que la agrupación Sebna había desaparecido, la mayoría observaba un crecimiento en otras áreas de la música. "Sebna" y "Azul y Gerbera" se convirtieron en un equipo y una familia que alcanzaban a todo tipo de jóvenes, adultos y niños.
El estándar de calidad, excelencia y sonido alcanzado en "Los Barcos" necesitó de un alto presupuesto y esto vino a ser para Sebna un reto financiero, el disco fue grabado en Guatemala y mezclado en Nashville, Tennessee.
Los planes de Sebna y de Azul y Gerbera son de seguir adelante y de hacer música que hable de Jesús. Para Sebna hacer música no ha sido fácil, han tenido pruebas, errores, dudas, presiones y expectativas que cumplir. Pero también ha sido un viaje donde Sebna ha visto la maravillosa gracia de Dios y su amor que nunca falla.